Mi experiencia con mi embarazo de trillizos

Hoy me cruce con mi ginecólogo cuando caminaba por las calles a la hora de mi refrigerio en la oficina.
De hecho, el verlo me hizo recordar y querer volver a vivir nuevamente toda la experiencia entera de tenerlos dentro de mi. Yo no sé si eso lo sienten todas las mamás múltiples en este caso, porque el embarazo cuando se espera más de un bebé es de alto riesgo.
Mi embarazo lo pasé en cama, desde que comencé a sentir las primeras contracciones: a los 3 meses.
Me hicieron un cerclaje para ayudar a que los pequeños estén más tiempo dentro de mi y ya en la sala de recuperación sentí por primera vez como mi barriga se ponía dura, muy dura y se me subió todo un bultito a la parte alta, cerca de mi corazón… lloré, lloré y les hablé, les dije que eso que habían visto y sentido era para que ellos puedan estar más tiempo dentro de mi y no se salieran antes de tiempo, que no se asusten, pero yo sí que estaba asustada.
Desde ese día me mandaron a casa en descanso absoluto: mi esposo me bañaba en la cama con esponja (sin tocar la barriga para no estimularla!), fue duro… pero yo me sentía tan llena de vida, tan mágica, tan especial, que nada se me hizo difícil… sólo el pensar que pudieran salir antes de tiempo…
Estuve medicada y tuve altas y bajas, con ingresos de emergencia a la clínica en donde me monitoreaban, me estabilizaban y me mandaban a casa por lo general en 2 días…
Ya conocía a todas las obstetrices y técnicas (y no dejó de faltar alguna técnica que tuvo falta de tino y me decía comentarios poco alentadores que prefería ignorar).
Hasta que llegó un día que me desmayé, gracias a Dios en los brazos de mi esposo, a primera hora de la mañana (sino la ayuda hubiera llegado mucho más tarde y no se cómo) y al día siguiente de ese desmayo ingresé a la clínica con fuerte dolor en la ingle, y al ponerme el monitor mis contracciones estaban por el cielo y yo no las había sentido… o reconocido…
Me pusieron vías y lo supe: ya no iba a salir de alta hasta que nazcan… tenía alrededor de 5 meses y debía aguantar más…
Me quedé internada hasta el día que nacieron, a las 32 semanas y dos días.
En ese tiempo sentí las contracciones más intensas que pude imaginar en mi vida, y llegaban en la mañana, me inyectaron de todo para ayudarlos a desarrollar sus pulmones más rápido, parar las contracciones, los dolores, las nauseas (que se fueron el día que nacieron)
Mis brazos estaban llenos de moretones porque cada día me cambiaban las vías porque se obstruían
Y yo me sentía la mujer MAS FELIZ DEL MUNDO, la más especial, la más bendecida.

El doctor me decía que el dolor de mis contracciones eran de parto, pero gracias al cerclaje no se abria mi cuello de útero y ellos seguían ahí fuertes y creciendo sano.
Hasta que llegó el día que el doctor me dijo: hasta acá, ellos ya pueden luchar fuera y tu estás muy débil y nacieron…
Yo quería aguantar más, si retrocedo el tiempo hubiera pedido más días, pero ya en ese momento todos vieron por mi salud (mi hemoglobina estaba por el suelo por más que me inyectaban a la vena interdiariamente Hierro. Para el dia de la operación recuerdo que tenían todo listo para hacerme transfusión que gracias a Dios no fue necesario.
Hoy dos años despues, recuerdo esa epoca con amor, con mucha nostalgia y la viviría mil veces nuevamente… es increible como uno puede extrañar algo tan fuerte…. pero fue cuando me comenzé a preparar para ellos, me comencé a preparar para ser su mamá…
Y hoy soy una mamá fuerte, pero con laditos de mamá gallina que quisiera meterlos de nuevo en la pancita para que esten protegidos por mi
Es verdad que ser mamá de te cambia la vida, pero ser mamá de mis tres hijitos no me cambió la vida: me la renovó.

Fuente: tritriplets.wordpress.com

Foto:photo credit: photo credit: Maternity Photos via photopin (license)